Vasconcelos "El educador"


Fundador del Ateneo de la Juventud, institución que presidió (1909-1912) y renombró bajo el denominativo de Ateneo de México, Vasconcelos inició su labor como educador que lo llevaría a ser Director de la Escuela Nacional Preparatoria (ENP) durante el régimen de Francisco I. Madero, Rector de la Universidad Nacional (1920-1921), Secretario de Educación Pública con Obregón (1921-1924), y Director de la Biblioteca Nacional (1941-1947).

En el Ateneo y bajo su administración edificó la Universidad Popular Mexicana (1912-1920), dependencia con la misión social de educar mediante conferencias, conciertos etcétera, a los adultos, pero principalmente a los obreros. A esta Universidad, Vasconcelos le impuso una mística educativa orientada hacia el pueblo, rasgo también latente en su rectoría en la Universidad Nacional.

Fue designado como Director de la ENP, en dos ocasiones; primero durante el gobierno de Madero, y después con Carranza, a quien por cierto, criticó severamente; apreciaciones que le valieron una orden de aprehensión y posterior exilio en EUA.

Vasconcelos regresó al país, fue nombrado Rector de la Universidad Nacional de México, conocida entonces como Departamento Universitario y de Bellas Artes, el 9 de junio de 1920. Durante su rectorado, organizó un programa editorial que comprendía sobre todo la divulgación de los autores clásicos hacia amplias capas de la sociedad, y se adoptó el escudo actual de nuestra universidad, de cuyo lema es el autor.

El lema que anima a la Universidad Nacional, Por mi raza hablará el espíritu, revela la vocación humanística con la que fue concebida. El autor de esta célebre frase, José Vasconcelos, asumió la rectoría en 1920, en una época en que las esperanzas de la Revolución aún estaban vivas, había una gran fe en la Patria y el ánimo redentor se extendía en el ambiente. Se "significa en este lema la convicción de que la raza nuestra elaborará una cultura de tendencias nuevas, de esencia espiritual y libérrima" , explicó el "Maestro de América" al presentar la propuesta. Más tarde, precisaría: "Imaginé así el escudo universitario que presenté al Consejo, toscamente y con una leyenda: Por mi raza hablará el espíritu, pretendiendo significar que despertábamos de una larga noche de opresión".

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Durante su rectorado, José Vasconcelos dotó a la Universidad de su actual escudo en el cual el águila mexicana y el cóndor andino, cual ave bicéfala, protegen el despliegue del mapa de América Latina, desde la frontera norte de México hasta el Cabo de Hornos, plasmando la unificación de los iberoamericanos: "Nuestro continente nuevo y antiguo, predestinado a contener una raza quinta, la raza cósmica, en la cual se fundirán las dispersas y se consumará la unidad".

Tomado de: Lema y Escudo de la UNAM.
http://dragon.dgsca.unam.mx/rectoria/htm/lema.html
http://dragon.dgsca.unam.mx/rectoria/htm/escudo.html

Con el presidente Álvaro Obregón, fue Secretario de Educación Pública, desde donde dio un fuerte impulso a la educación, en todos los órdenes. En beneficio de los sectores populares, organizó la primera campaña contra el analfabetismo de que se tiene memoria en México, implantó las misiones culturales y abrió bibliotecas. En el ámbito de las artes, apoyó a artistas destacados y fomentó la pintura mural mexicana a través de contratos con pintores como Diego Rivera, José Clemente Orozco, David Alfaro Siqueiros y Roberto Montenegro. De este tiempo datan las decoraciones murales que hasta la fecha adornan algunos edificios públicos.

Al mismo tiempo, organizó la Secretaría en tres departamentos: Escolar, de Bellas Artes y de Bibliotecas y Archivos. Creó el primer sistema de bibliotecas, entre las cuales destacan la Populares, destinadas a obreros y público en general; con el objetivo de ofrecerles libros que sirvieran de complemento a sus labores; las Escolares, como complemento de la educación; que debían llegar, según los objetivos de Vasconcelos a los más apartados rincones.

Editó una serie de clásicos de la literatura universal, la revista El Maestro y el semanario La Antorcha; invitó a trabajar en el país a los educadores Gabriela Mistral y Pedro Henríquez Ureña; impulsó la escuela y las misiones rurales, creó la Orquesta Sinfónica Nacional e hizo surgir escuelas de pintura al aire libre; todo esto bajo el empeñó de ofrecer a México la ruta que lo elevara al rango de país civilizado y culto, por lo que es considerado el arquitecto de la educación nacional.

Después de un nuevo y largo período de destierro, regresó al país en 1940. 2 de mayo del siguiente año fue nombrado el Director de la Biblioteca Nacional. En este puesto Vasconcelos retomó los planes de reorganización de sus antecesores y se esforzó por mantener la tarea de difusión de la institución. Una de sus labores importantes, fue el traslado, a la ex iglesia de San Pedro y San Pablo, de los materiales de la Hemeroteca Nacional.

En resumen, Vasconcelos en su filosofía como educador propone:
  1. Sentir la cultura mestiza como base del concepto de mexicanidad.
  2. Mexicanizar el saber, es decir, hacer objeto de estudio la antropología y el medio natural del país.
  3. Hacer de Latinoamérica el centro de una gran síntesis humana.
  4. Emplear el sentido del servicio y amor fraterno del ser humano como medio de ayuda a los más desprotegidos, y
  5. Valerse del industrialismo -como simple medio, nunca como un fin- para promover el progreso de la nación.
José Vasconcelos hombre de convicciones, renunció en 1924 a la Secretaría de Educación, al estar desacuerdo con la elección del candidato Plutarco Elías Calles a la Presidencia de la República.